El pasado 21 de abril miles de colombianos salieron a las calles expresando su descontento hacia el gobierno de Gustavo Petro. Más allá de los convocantes iniciales, ciudadanos comunes se unieron a la movilización, preocupados por su futuro económico y social.
Miles de personas expresaron su malestar por la dirección del país, especialmente en temas cruciales como la salud, la inseguridad, la reforma pensional, la llamada paz total y el aumento de los precios de los combustibles, entre otros. Las protestas, que desafiaron incluso la lluvia en Bogotá, no tuvieron un líder visible y fueron convocadas diferentes personalidades y gremios que encontraron eco en diversos sectores de la sociedad.
Desde profesionales de la salud hasta amas de casa, se unieron en ciudades como Bogotá, Medellín, Cali, Bucaramanga entre otras, mostrando su descontento.
Laura Sarabia, directora del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, reconoció la importancia de las movilizaciones y llamó a la reflexión y autocrítica por parte del gobierno.
El intento del presidente Petro de minimizar la magnitud de las protestas es un error, ya que estas fueron claramente más numerosas y significativas que las que respaldan su gobierno. Esto refleja el desgaste de su gestión y el creciente malestar ciudadano, lo cual podría allanar el camino para propuestas políticas que no repitan los errores del pasado y presente, los cuales han contribuido a la situación actual en Colombia.
El Grupo Proindustria insta al presidente Petro a reflexionar sobre estas manifestaciones crecientes y a no ignorar la realidad que enfrenta el país. A su vez Proindustria le invita a reconocer la importancia de atender todas las voces y de que su gobierno responda adecuadamente a las demandas ciudadanas como muestra de sensatez y responsabilidad.
La polarización no conviene al país y se deben retomar los temas básicos del desarrollo tales como el fortalecimiento de la industria y la agricultura y con ello atender el desempleo y la pobreza.