Economía colombiana 2025: bajo crecimiento, informalidad récord y crisis de confianza inversionista

Sep 13, 2025

El balance económico del gobierno Petro en 2025 deja una recuperación débil, informalidad laboral creciente y un modelo productivo estancado en sectores clave.
Billetes colombianos de diferentes denominaciones sobre una superficie plana, representando el déficit fiscal en Colombia

En el umbral de su último año de mandato, el gobierno de Gustavo Petro se raja en el balance económico en cuanto a los logros prometidos y la planificación futura, especialmente en lo concerniente a las actividades productivas.

El discurso presidencial, que a menudo busca pintar un panorama optimista, convenientemente oculta la delicada situación económica que atraviesa Colombia. Aunque se ha mencionado una inflación a la baja, es crucial entender que este fenómeno responde más a tendencias económicas internacionales y a la estricta política de altas tasas de interés del Banco de la República, factores que, paradójicamente, han frenado una recuperación económica más robusta.

La economía productiva real del país se encuentra estancada, luchando por levantar cabeza, mientras que las actividades rentistas gozan de una realidad muy diferente. Las actividades financieras, por ejemplo, han experimentado un notable crecimiento promedio anual del 5,6% bajo el gobierno Petro, una velocidad que duplica con creces la expansión general de la economía.

Este contraste no solo evidencia una distorsión en el modelo de crecimiento, sino que también señala una preocupante falta de dinamismo en los sectores que generan valor agregado y empleo formal.

Ventas callejeras en el centro de Bogotá con comercio informal y peatones

Explosión de la informalidad laboral en Colombia

Una de las consecuencias más alarmantes de este deterioro en las actividades productivas es la explosión de la economía informal. Actualmente, siete de cada diez nuevos empleos se generan en el “rebusque”. Si bien esto puede ser presentado como una reducción del desempleo, en realidad es un síntoma de fragilidad económica y tiene un impacto catastrófico en las finanzas públicas, pues implica un menor potencial de recaudo para los próximos años.

La aparente reducción del desempleo por la vía de la informalidad, sumada al abuso de la tercerización en el sector público y la migración de más de 400.000 colombianos en búsqueda de oportunidades fuera del país durante 2024, no constituyen señales positivas para la recuperación económica en este contexto.

Fracaso del Pacto por el Crédito

A lo largo de estos tres años, no se observan cambios estructurales significativos ni en lo comercial, ni en lo productivo, ni en lo fiscal. El propio presidente Petro ha reconocido el fracaso del “Pacto por el Crédito”, una iniciativa que prometía irrigar crédito y reducir las tasas de interés, pero que no cumplió con sus objetivos. De hecho, los créditos para la economía popular, un pilar del discurso oficial, se ofrecen a las tasas más altas del mercado, haciéndolos prácticamente impagables para la mayoría de emprendedores de bajos ingresos.

Funcionarios del Gobierno de Colombia durante rueda de prensa sobre el Pacto por el Crédito

Economía colombiana 2025: crecimiento insuficiente

El Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2022-2026, “Colombia Potencia Mundial de la Vida”, preveía un crecimiento económico del 3,6% para 2025 y 2026, impulsado por agricultura, industria y servicios, con la generación de 1,7 millones de empleos y una reducción de la informalidad y la pobreza.

Sin embargo, la realidad ha mostrado un crecimiento de la economía colombiana insuficiente y consistentemente por debajo de las expectativas planteadas en cada plan financiero y presupuestal. La generación de riqueza crece a una velocidad inferior a la necesaria para atender las crecientes demandas de gasto social y reducir la desigualdad.

Transición energética y caída productiva

En lo que respecta a la política energética, el enfoque ha resultado ser contradictorio. La acelerada transición energética, desconectada de las necesidades de la economía colombiana y en contra de las actividades extractivas y empresariales, ha deteriorado el desempeño de activos clave como el petróleo, el carbón y el gas.

La participación de los sectores minero-energéticos en el PIB ha retrocedido significativamente, pasando del 5,8% en 2011 al 3,3% en 2024 y un preocupante 2,9% en el primer semestre de 2025. Mientras tanto, el crecimiento en 2024 y en el primer semestre de 2025 ha sido impulsado por actividades agropecuarias de exportación (principalmente café, banano, flores) gracias a la reactivación de la demanda externa, así como por las exportaciones de oro y la recuperación de actividades artísticas, recreativas y culturales, en parte por la expansión del endeudamiento privado.

Cartera de cuero vacía sostenida por dos manos, símbolo de deterioro en la economía colombiana 2025

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