EL TIEMPO | 19 de agosto de 2015
La posibilidad de que el Banco de la República, cuya junta directiva se reúne este viernes, suba la tasa de interés tiene en alerta a los empresarios colombianos por los efectos que esa decisión tendría sobre el sector productivo en momentos en que el crecimiento económico se ha reducido.
Esa opción quedó planteada en la reunión de la junta de julio, en la que por primera vez, después de varios meses, algunos miembros del directorio votaron para subir la tasa en 0,25 puntos, a 4,75 por ciento, cuando algunos comentaristas pensaban incluso en la posibilidad de que bajara.
Aunque gremios de la producción consultados confían en que esa posibilidad no se materialice, por lo menos de inmediato, creen que de llegarse a dar traería fuertes repercusiones al empresariado dada la actual coyuntura, en la que la disparada del precio del dólar ha encarecido la deuda de los industriales.
La tasa de intervención del Emisor, que sirve de referencia al sistema financiero para fijar el costo al que le prestarán al usuario final del crédito (empresas y personas), completará un año en el 4,5 por ciento, si la decisión es mantenerla inalterada, tal como lo prevé la más reciente encuesta de perspectivas económicas del Banco de la República.
Lo que dicen los empresarios es que no será una reunión nada fácil, en la medida en que la junta del banco está ante una situación crítica, de desaceleración de la economía y alta inflación.
Para Guillermo Botero Nieto, presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), ese es un dilema muy complejo que no vislumbra cómo van a solucionar.
Dice que si el Banco de la República “aumenta la tasa para controlar la inflación, la economía se contraerá más de lo que está y su previsión del 2,8 por ciento no se dará y quedará más abajo. Ahora, si mantiene las tasas en el nivel actual, continúa el riesgo de inflación, en parte generado por efecto del dólar y su impacto en el precio de los alimentos. Está en una coyuntura difícil (la junta del Emisor) y no sé cómo la podrán solventar”.
De lo que sí está seguro el vocero gremial es que si se busca frenar el consumo con aumento de tasas, esto no les traerá ningún beneficio a los comerciantes ni a los industriales.
En ello coincide Bruce MacMaster, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios (Andi), quien considera que sería un golpe adicional para los empresarios, muchos de quienes han visto incrementar el costo de su deuda por cuenta del alza en la tasa de cambio.
“No creo que esto suceda (el alza en la tasa de intervención) porque la devaluación ha afectado mucho el costo del endeudamiento de las empresas. Eso tendría un efecto negativo sobre todo el empresariado”, sostuvo.
Entre los exportadores del país también se guarda la esperanza de que esas fuerzas que se están dando dentro de la junta del Emisor terminen favoreciendo, una vez más, la estabilidad en la tasa de intervención del mercado.
“La junta (del Banco de la República) debería quedarse quieta porque lo que está operando son las reglas que ellos prometieron de que el ajuste de la economía se da a través de una política cambiaria de flotación, y ante la caída de los precios del petróleo, pues lo que estamos viendo es que ese ajuste está operando. Creo que la junta debería dejar sin modificaciones las tasas”, señaló Javier Díaz, presidente de la Asociación Nacional de Exportadores (Analdex).
Apuestas del mercado
En su opinión, una decisión en ese sentido es como ponerle el freno de mano a la economía, en momentos en que el propio banco acaba de recortar su expectativa de crecimiento a 2,8 por ciento, por lo que sería hacer crecer aún menos la economía este año.
El consenso entre los analistas del mercado es que, si bien entrelos miembros de la junta del Emisor ya se ha planteado la discusión de subir la tasa de intervención, como están las cosas, es difícil que se presente, entre otras razones porque el banco hará valer la alta credibilidad que tiene y que le ha costado construir.
En Bancolombia, por ejemplo, estiman que solo un escenario de mayor inflación obligaría al Emisor a subir su tasa de intervención antes de finalizar el 2015 y calculan que sería en unos 50 puntos básicos.
Por lo pronto, ven que la tasa se mantendrá en 4,5 por ciento, un nivel que “es coherente con un banco central cauteloso, que admite que los riesgos sobre la actividad económica y la inflación son sustanciales, pero que al mismo tiempo reconoce que la reciente reducción de la renta nacional es permanente”, dicen los analistas de la entidad.
En Corficolombiana también prevén que, para lo que resta del 2015, no habrá cambios en la tasa del banco, pues de presentarse un alza, representaría un duro golpe para la dinámica de la economía.
Lo anterior no significa que este sea el escenario de largo plazo, pues allí están previendo que el Emisor se verá presionado a efectuar recortes hasta en 75 puntos básicos en el primer semestre del 2016 para tratar de suavizar la desaceleración de la economía.
“Si el banco sube su tasa de referencia este año, es muy factible que se vea en la necesidad de hacer más de un ajuste y llevarla al 5 por ciento porque, una vez tome ese camino, es poco probable que el mercado se convenza de que un aumento a 4,75 por ciento sería suficiente. Este escenario es opuesto al que estamos previendo”, estiman en Corficolombiana.
Algo similar pronostican los economistas de la comisionista Alianza Valores, aunque ellos sí creen que la baja en la tasa de intervención del Emisor se dará antes de que concluya este año, mientras que durante todo el 2016 habrá una política monetaria expansiva.
Señalan que la tasa se mantendrá inalterada, por ahora, en 4,5 por ciento, debido a la fuerte desaceleración de la economía, a los niveles que ha llegado la inflación, la caída en los precios de las materias primas a nivel global y la devaluación alcanzada por el peso.
Andrés Aguirre, gerente de la importadora de vehículos SK Bergé Colombia, es de los que creen que el aumento de la tasa se debe dar ya, teniendo en cuenta el comportamiento y tendencia de la inflación.
“Se encarecerá el crédito en el mediano plazo, pero ese ajuste de tasa debería reducir un poco la presión sobre el tipo de cambio, un impacto ambiguo pero beneficioso para algunas marcas en particular”, dice.