El Grupo Proindustria elevó una fuerte advertencia al Gobierno colombiano tras el anuncio del cierre de la planta de producción de papeles Propal, ubicada en Yumbo, Valle del Cauca. En una carta enviada al Ministerio de Comercio, el grupo manifestó su profunda preocupación por el impacto que esta decisión tendrá sobre el empleo, la producción y las capacidades industriales del país.
El documento recuerda que Propal había solicitado desde hace un año la adopción de medidas de protección arancelaria debido a la afectación provocada por prácticas de dumping. Aunque el Ministerio inició investigaciones económicas para verificar la situación, hasta ahora no se han implementado acciones concretas en defensa de la empresa.
“Colombia no puede seguir esperando a que las empresas cierren para actuar”, subrayó Fernando Restrepo, vocero del Grupo Proindustria. El grupo plantea que las medidas de defensa comercial deben aplicarse de forma provisional cuando existan indicios razonables de prácticas desleales, evitando así daños irreversibles a la industria nacional.
La falta de respuesta oportuna, advirtió el Grupo, no solo mina la confianza del sector productivo, sino que también envía un mensaje negativo para la inversión y la generación de empleo. El cierre de Propal se suma a una larga lista de empresas colombianas que han cesado operaciones en los últimos años, fenómeno que amenaza con agravar la desindustrialización del país.
El Grupo Proindustria, hace un llamado a que en futuras solicitudes se actúe de inmediato y, en caso de demostrarse la improcedencia de las medidas, se apliquen sanciones y correctivos pertinentes. Esta estrategia, consideran, sería un escudo para evitar la desaparición progresiva de las capacidades productivas locales.
El grupo también instó a construir una política industrial moderna y eficaz, capaz de responder a las amenazas externas y de fortalecer el tejido empresarial colombiano. “Colombia necesita un entorno que favorezca la producción nacional y respalde la competitividad de nuestras empresas”, concluyó el Grupo en su comunicación al Ministerio.
El caso de Propal refleja de manera cruda los vacíos que aún persisten en la protección de la industria colombiana. Mientras tanto, en Yumbo y en todo el Valle del Cauca, crecen las voces de alerta por el impacto económico y social que deja este nuevo cierre empresarial.