Nubarrones en el horizonte

Jul 15, 2015

Jaime E. Espinosa A. Miembro del Grupo Proindustria Es absolutamente paradójico ver como se canalizan los recursos de nuestro país. La abrumadora caída del valor de petróleo, una de las principales entradas de divisas, una devaluación que pasa del 50% en los últimos 11 meses y la caída de nuestras exportaciones, han generado una disminución […]
Jaime E. Espinosa A. Miembro del Grupo Proindustria

Es absolutamente paradójico ver como se canalizan los recursos de nuestro país. La abrumadora caída del valor de petróleo, una de las principales entradas de divisas, una devaluación que pasa del 50% en los últimos 11 meses y la caída de nuestras exportaciones, han generado una disminución notable de los ingresos fiscales de Colombia. No obstante los inmensos incrementos que ha tenido nuestro sistema tributario para sufragar este déficit, en especial en las áreas donde se supone debemos generar riqueza y empleo, no lo hemos logrado y así se ve en la propuesta del Presupuesto General de la Nación.

Todo esto nos lleva a pensar que no pueden pasarnos más cosas; pues a mi juicio siguen llegando complicaciones a nuestra ya debilitada economía. Los acuerdos a que llegaron las Naciones Unidas, por no decir los Estados Unidos de Norte América, con Irán, que permitirán en los próximos años el ingreso de un buen volumen de barriles de petróleo a la oferta mundial, jalonado aún más los precios de este hacia abajo; la inminente subida de tasas en el país del Norte congelada hace varios años pero presionada por la inminente inflación que van a tener por el repunte de su economía,  hará que todos aquellos capitales que estaban estacionados en Colombia vean mejores oportunidades  allí y que inevitablemente forzará la carrera alcista del dólar complicando más nuestra economía.

En conclusión, ¿de dónde van a salir los recursos para atender todo nuestro aparato económico, social, administrativo, militar, postconflicto, etc.? Ya la industria está al tope de impuestos y las personas no podrán pagar sus impuestos si se quedan sin un  trabajo formal. La única posibilidad que tenemos es parar los Tratados de Libre Comercio que aún no han entrado en vigencia o no se han firmado. Esos aranceles que seguiríamos recibiendo son ingresos a nuestro fisco. También se debería hacer una revisión a los aranceles a todo lo que se denomine Producto Terminado en especial a aquellos que se manufacturan en el país.

Es necesario en estos momentos blindarnos de este caos mundial y en especial el latinoamericano, cuando nuestros vecinos están pasando por sus peores momentos: Venezuela, Ecuador, Argentina, Brasil, y otros con una fuerte tendencia a lo mismo por tener sus puertas abiertas a los mercados de otras potencias económicas como son: Chile, Perú y el mismo México.

No sé qué hilo mueve a nuestros economistas pero a los ojos de nosotros, los ciudadanos de a pie, este es el horizonte lleno de nubes grises  que vemos.

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