Conclusiones del estudio “Actualidad Industrial: Un país que no quiere crecer”.
La estructura productiva que Colombia ha mantenido en la última década deja a la industria como la gran desprotegida. Los datos, basados en las estadísticas oficiales de la matriz de oferta y utilización del DANE, muestran una caída en la oferta total de producción nacional de 90,2% a 88,78%; la cual es reemplazada por importaciones. En esta caída, la más pronunciada es la del sector manufacturero, que pasó de una oferta total de producción nacional de 39,1 a 34,2 por ciento entre 2005 y 2014.
Sectores como los servicios financieros y la minería ganaron participación, y se demostró que cuentan con una alta protección natural y política. De acuerdo con el documento, los resultados obedecen a la idea equivocada de los últimos gobiernos: la mejor política industrial es que no haya política industrial.
La industria manufacturera es la que más se expone a la competencia foránea y la que más sustituye generación de valor por importaciones: el 83,3% de toda la oferta importada del país corresponde a este sector. El valor agregado del sector pasó de 15,4% en 2005 a 12,4% en 2014 y la participación en el consumo intermedio total de 39,3% a 31,8%. Por su parte, las exportaciones de manufacturas cayeron 16,8 puntos porcentuales desde 2005, mientras las mineras crecieron 21,7 puntos porcentuales.
De acuerdo al Grupo Proindustria, el abandono del Estado a la industria manufacturera está pasando la cuenta de cobro y es una de las causas principales de la desaceleración económica. “El país tomó la decisión de vivir de la renta de los recursos naturales y no de la transformación y el conocimiento que se da en la industria. Como lo primero es una economía de casino, el país perdió y las consecuencias son el bajo crecimiento económico y el aumento del desempleo”, afirmó Mario Valencia.
Los resultados evidencian “un paulatino pero permanente deterioro de la producción nacional, especialmente de la manufacturera, en beneficio de actividades que generan pocos empleos y tienen poca agregación de valor, es decir, de transformación”, concluye Valencia. Este diagnóstico amerita un profundo debate sobre las políticas públicas que necesita la industria para su estímulo y conservación. Para el grupo de empresarios, el Conpes sobre Desarrollo Productivo no aborda los problemas más importantes del sector, como los tratados de libre comercio, ni tiene presupuesto suficiente, ya que este a duras penas alcanza $ 143 000 millones al año.
Actualidad Industrial es un documento de análisis elaborado por Cedetrabajo para el Grupo Proindustria*
El estudio completo se encuentra aquí: https://goo.gl/PYGw9t
